Miles de venezolanos formaron largas filas frente a plazas y edificios públicos -entre ellos el Palacio de Miraflores y el Cuartel de la Montaña- para inscribirse voluntariamente en la Milicia Bolivariana.
La convocatoria fue hecha por el presidente Nicolás Maduro ante el paso de buques estadounidenses en aguas cercanas como parte de operaciones antinarcóticos, que el régimen interpretó como una amenaza directa a la soberanía nacional.
Personas de diversas edades y condiciones sociales, desde empleados públicos hasta amas de casa y jubilados, respondieron al llamado. “La patria nos hace un llamado, nos necesita el país”, declaró Rosy Paravabith, una de las voluntarias presentes en el registro.
El auditor jubilado Óscar Matheus, de 66 años, también afirmó: “Estoy acá para cumplir con nuestro país… no sabemos qué pueda suceder, pero hay que prepararnos y seguir resistiendo”.
Maduro calificó la jornada como un “éxito total” y reconoció la expresión de patriotismo y amor por Venezuela que vio reflejada en las redes y medios estatales. Asimismo, aseguró haber recibido un gesto de solidaridad internacional ante las tensiones.
Esta movilización ocurre luego de que Estados Unidos reconociera públicamente su disposición a usar todo su poder contra el narcotráfico, lo que incluye el despliegue de buques y miles de tropas en el Caribe.
La oposición venezolana también se pronunció. Líderes como Henrique Capriles rechazaron contundentemente toda forma de militarización o escalamiento de tensión con Estados Unidos, subrayando que “la soberanía de nuestro país es sagrada” y que “Venezuela no necesita más conflictos externos (ni) internos”.
María Corina Machado instó a desobedecer la convocatoria gubernamental, argumentando que se trataba de un intento del régimen por aparentar fuerza mientras se resquebraja. “Desobedece… ignóralos, déjalos solos”, escribió Machado, llamando a los venezolanos a no prestarse para la propaganda política.
En medio de este clima, el ministro de Defensa, Vladimir Padrino, instó a la calma, afirmando que nadie debe caer en nerviosismo y describiendo la inscripción como “una movilización voluntaria del pueblo para registrarse en un cuerpo poderoso que ha creado la revolución bolivariana”.