La búsqueda de Valeria Afanador, la niña con síndrome de Down desaparecida el pasado 12 de agosto en Cajicá -Cundinamarca, dio un giro estremecedor este fin de semana. Durante los operativos, organismos de socorro hallaron dos brazos y dos piernas humanas en bolsas plásticas abandonadas en una zona boscosa cercana al colegio donde la menor fue vista por última vez.
El descubrimiento fue descrito como perturbador por las autoridades y encendió la alarma en la comunidad. De inmediato, el CTI de la Fiscalía realizó la inspección judicial y adelantó pruebas forenses para establecer a quién pertenecen las extremidades.
Las primeras verificaciones descartaron que los restos fueran de la menor desaparecida. Según la Fiscalía, se trataría de un hombre adulto, por lo que el hallazgo abrió una nueva línea de investigación paralela a la búsqueda de Valeria.
La desaparición de la niña mantiene en vilo a Cajicá desde hace 11 días. Su rastro se perdió tras el receso escolar en el Gimnasio Campestre Los Laureles, ubicado en la vereda Canelón. Desde entonces, más de 200 personas entre bomberos, Policía, CTI, Interpol y voluntarios han recorrido veredas, montañas y el río Frío en busca de pistas.
La Gobernación de Cundinamarca y la Alcaldía de Cajicá ofrecieron una recompensa de 70 millones de pesos para quien entregue información clave. Además, la Interpol emitió una alerta amarilla internacional para reforzar la búsqueda.
El caso ha despertado solidaridad en el país y angustia en la familia de la menor. Su padre, Manuel Afanador, hizo un llamado conmovedor: “Si alguien tiene a Valeria, por favor, se lo ruego con la mano en el corazón… es una niña totalmente indefensa”.