La Corte Federal del Distrito Sur de Florida dictó cadena perpetua contra Stefan Andrés Correa, ciudadano ecuatoriano‑estadounidense de 42 años, hallado culpable de liderar una red de abuso y explotación sexual de niñas en Medellín.
La condena se produce tras un juicio que reveló múltiples delitos perpetrados entre 2020 y 2024.
Según la investigación estadounidense, Correa viajó a Colombia en al menos 48 ocasiones, principalmente a Medellín, con el propósito de cometer actos sexuales con niñas de entre 9 y 12 años.
Fue capturado el 19 de abril de 2024 en el aeropuerto de Miami cuando intentaba regresar a Medellín.
Durante su detención, las autoridades incautaron 58 videos y más de 100 fotografías con imágenes de abuso infantil, junto con evidencia de chats y grabaciones que documentaban el intercambio de dinero y celulares (iPhone 7, 8 y XS Pro) a cambio de acceso a menores.
El fiscal federal, apoyado en la operación conjunta “Cazador” con autoridades colombianas, determinó que Correa era el líder de una red criminal dedicada a la explotación sexual infantil, operando con proxenetas que facilitaban el acceso a las víctimas
En su sentencia, la corte estadunidense reconoció que Correa abusó de al menos 25 menores, y que su red incluía colaboradores en Colombia que gestionaban los encuentros y la logística.
Dos mujeres colombianas relacionadas con esta estructura ya fueron capturadas en enero de 2025: Lina Marcela Velázquez Maldonado, condenada a 21 años por facilitar el abuso, y María Camila Cano Cuervo, quien enfrenta cargos por organizar un caso con una menor de 15 años.
El alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, celebró la condena como una victoria de la cooperación internacional y destacó el compromiso en la lucha contra la explotación sexual infantil.
Actualmente, Correa se encuentra en prisión federal en Estados Unidos cumpliendo la pena máxima. Las autoridades han anunciado continuas investigaciones para desmantelar completamente la red y prevenir futuros casos.